Desvarío

Tengo una lista de Spotify en la que pongo todas canción que me gusta. 

La lista empezó en Grooveshark, fue migrada a Deezer (cuando eran algo así como 1400 canciones) y de allí la migré a Spotify.

La lista sirve como comodín cuando no sé qué escuchar, hay de todo un poco a nivel de ritmo, artistas e idiomas. 

Hoy en día la lista cuenta con al rededor de 3600 canciones, misma lista que tengo seleccionada para descargar en el móvil y resulta ocupando unos 13 Gb. 

Algunas veces cuando amanezco osada dejo que Spotify ponga lo que quiera  cuando suena una canción que es de mi gusto voy a añadirla a la lista y resulta que ya estaba. 

También sucede que hay canciones que me gustan y estaba segura de que están en la lista y resulta que no. 

Hace unos días estuve tarareando una canción y sabía que esa canción estaba en la lista de canciones que me gustan, así que decidí poner la lista en aleatorio pensando que en algún momento iba a sonar. 

Al hacer cuentas locas pretendiendo que una canción dura en promedio 4 minutos (ya superamos la barrear física impuesta al principio de los tiempos y desde hace décadas hay canciones que llegan a durar más de 7 minutos), esas 3600 canciones se traducen en 240 horas, es decir 10 días continuos escuchando música, si en un buen día puedo escuchar 5 horas  de música, pues bien, eso daría 48 días para escuchar toda la música que hay en la lista. 

El cálculo lo hice al tercer día tras darme cuenta que el aleatorio de Spotify tiene sus canciones favoritas y las pone muy seguido (después descubrí que tengo canciones repetidas porque un día sonó la versión que estaba en un álbum del artista, pero luego la escuché en otro álbum), haciendo remotas las posibilidades de encontrar la canción que llevaba un par de días tarareando.

Después de dos semanas intentando reproducir la lista en orden aleatorio, ordenándola ascendente o descendentemente por: artista, título, álbum fecha de ingreso en la lista (la primera aparece el 10 de abril del 2014) seguía sin sonar la canción, en muchas canciones iba de siguiente a siguiente al saber que la canción que empezaba a sonar no era la que buscaba, dejé de escuchar podcast y concentrarme en la tarea que tenía. 

Fue un ejercicio de voluntad porque después de dos semanas y media sonó la canción y me quité ése peso de encima, no era algo que no me dejara dormir, tampoco era una obsesión pero I'm a woman on a mission. 

La canción es esta: That thing you do, no es la mejor canción ni va a cambiar vidas, solo necesitaba  recordar cómo se llamaba.

Hay algo que si me quita el sueño y bajo la idea de leer algo antes de dormir para no soñarme trabajando termino quedándome a mirar techo pensando sobre lo que leo o sueño con lo que leo, no siempre la solución es menos dolorosa que el problema, fue lo que me pasó con El Bosque Oscuro que es el segundo libro de la trilogía del Problema de los Tres Cuerpos, ya cerca del final se habla sobre la teoría del bosque oscuro y estuve varios días pensando sobre el tema, ya cuando estaba en el 97% de terminar el libro y fue al rededor de una semana pensando en esa teoría y replanteando la forma del ver la frontera final.

En diciembre estuve en la vereda San Pedro de Támesis - Antioquia, antes de ir me recomendaron que fuera a tomar café y chocolate en todas sus presentaciones, después de las actividades diarias y con energía de sobra terminé dándole varias vueltas al municipio buscando un café bar, como resultado los bares eran de música popular y la parte del bar era aguardiente, un bar que tenía música de mi agrado no vendía café, así que terminé en una cafetería tomando café con crema de whisky porque tampoco había Amaretto, en la mañana encontramos algo parecido a un D1 en el que se venden artículos de los emprendimientos locales, para mi fortuna y la del negocio recibían pagos con QR y traje chocolates y cafés en varias formas y sabores, mi favorito fue el chocolate tostado tal como llegó al mundo, me parecieron la locura, quedan pocos granos y no he podido contactar el sitio que lo vende porque fue en la vereda y el viaje hasta Támesis está largo para ir a por más. 

Mi celular ya fue atacado por la obsolescencia tecnológica y recién cumplidos sus dos años está muriendo la batería, semana a semana siento como la carga dura menos, justo cuando me gusta más y más la cámara, aunque dos años es poco si recuerdo mi Nokia 3595 y sus casi 4 años siento que dos años han sido toda una vida me acompañó durante el encierro de la pandemia y después del golpe número 10 dejé de contar golpes, pero han sido muchos, de todos los tamaños y complejidades, esta vez trataré de sobrevivir porque entre el valor del dólar y el mundo post-pandemia lo bueno, bonito y barato es cada vez más utópico.






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