Mastodon
Background
El siete de septiembre es nuestro aniversario y no sabremos si besarnos en la cara o el los labios.
Mecano.



15 de enero, 1 de noviembre, 14 de julio, 7 de julio, 25 de abril, 28 de diciembre, 5 de mayo, 1 de mayo... un día tras otro, que por un evento se convierte en una marca de tiempo y se queda para siempre ahí, recordando algo, alguien que en conjunción de tiempo y espacio cambiaron algo.

Viví en la época en la que las fechas se quedaban para siempre con uno, no existía mucho que ayudara a recordar el cumpleaños, la cita, el aniversario, recordar lo que sucedía en esa fecha era un ejercicio de memoria que demostraba que alguien te importaba de verdad.

En ese ejercicio algunas fechas se quedan para siempre, llegado el día sientes el faltar de algo a medida que el sol se alza y la noche llega, una llamada, un hola, un recuerdo, algo te quedó pendiente por hacer, el cumpleaños de alguien, llamar a alguien para decir que le recuerdas, sentir más que nunca la ausencia de alguien que no volverá. 

A medida que pasa el tiempo nos volvemos efímeros, nos llenamos de fechas para recordar que terminamos volviéndonos olvidadizos y a la vez olvidables, pero siempre estarán esas fechas que duelen o hacen sonreír.

Las personas siempre se van, los recuerdos quedan, algunos anclados a una fecha que cada vuelta al sol trae consigo.




Hace muchos años en el corazón del Valle se vivió una época en la que desaparecieron varios niños, los niños, esos pequeños que son el futuro de la raza humana y deben ser protegidos por los adultos estaban desapareciendo y se generó pánico total.

Fueron más de un par de niños desaparecidos, alguien conocía a alguien que conocía a un familiar de los padres del niño desaparecido, para una población de no más de 190.000 personas (para la época) y una marcada tendencia de pueblo, fue un momento crítico.

El pánico generado por el robo de niños menores de 13 años se expandió en todas las familias del Corazón del Valle sin importar raza, estrato o cantidad, los padres empezaron a recoger a los niños a la salida del colegio, así estuviesen a media cuadra o al frente, los niños no soltaban la mano del profesor hasta no tomar la mano del familiar que iba a recogerlo y en los barrios populares los niños dejaron de jugar en las calles al menos que dos adultos estuvieran ejerciendo un rol de custodios.

Luego empezaron a circular rumores sobre los niños desaparecidos, algunos fueron encontrados sin órganos, otros aparecieron muertos en un cañaduzal con una sonrisa en la cara, otros simplemente habían huido de las excesivas demostraciones de cariño que dejaban morados en las nalgas, de otros nunca más se volvió a saber.

Lo que muchos de los niños de aquella época recordamos hoy en día es la historia de los niños a los que le faltaban los ojos porque con ellos hacían llaveros, durante mucho tiempo pensé en la forma en que se hacían los llaveros, los adultos no me decían para qué servía un llavero de ojos, no sabían si los niños eran de ojos azules o negros y menos en dónde vendían los llaveros que se hacían con esos ojos, los adultos suelen no saber nada.

Con el tiempo la desaparición de niños dejó de ser noticia, los niños como yo volvieron a recorrer el camino a la escuela solos (un kilómetro en la mañana, otro al medio día),  volvimos a jugar en las calles.

El fenómeno de los niños desaparecidos pasó a otros pueblos generando comportamientos similares en la población, sí, los llaveros de ojos estaban siendo buen negocio y se necesitaban más niños, así no se supiera para que servían los llaveros de ojos y mucho menos dónde los vendían.

Hoy en día se sabe que la desaparición de los niños en el Valle fueron reales, muchos de ellos fueron realizados por el Asesino en Serie Luis Alfredo Garavito, pero en la investigación realizada por las autoridades nunca se hablo de los llaveros de ojos.

Hace mucho tiempo conocí a alguien que en su niñez conoció a Garavito, vivió en la casa con él y lo describió como un adulto normal, en todo caso, esa persona tampoco tenía información de los llaveros de ojos.