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Los comerciales suelen vender una vida que al parecer queremos tener, en los comerciales el Isodine no arde tanto como en la vida real y los niños se ven lindos cuando lloran, claro que en general son niños lindos, de piel clara, canelita o muy oscura, se ven lindos hasta sonriendo así estén muecos, de hecho así parecen hasta más lindos, todos contestan si señora, las mamás tiran la pasta marca x a la olla y desde ahí su vida cambia porque le queda tipo gourmet.

No he buscado una vida de comerciales a menos que los comerciales sean de los felices ganadores del baloto, no compro el producto de x o y marca para sentirme como dice el comercial, mis problemas de autoestima no van por ese lado y suelo ir más enmarcada hacia la utilidad de lo que adquiero, así sin busca eso bonito, sin pretender el valor agregado que los comerciales nos intentan vender, ese que algunas veces se queda corto y nos sentimos estafados o algunas veces es más de lo que llegamos a ver en primera instancia. 

Por ejemplo cuando te venden un libro te venden un mundo inimaginable, un amigo, una historia, un compañero, la puerta a un mundo nuevo, la cura para la soledad, algunos libros se hacen odiar, otros se quedan para siempre con uno en algún lugar del corazón, pero no se puede negar que uno no es el mismo después de cada libro.

Yo no soñaba con ser la mamá tipo comercial que le daba besos a su hijo antes de dormir, no soñaba con utilizar vick vaporud en mitad de la noche para quitar una tos con la luz a medias, creo que lo único con lo que me identifiqué fue con los comerciales en esa parte que le leen cuentos a los hijos antes de dormir.

A LittleSaltamones le leo cuentos desde antes de nacer, son muy pocas las noches en que no leemos un cuento antes de dormir, es el momento en el que termina el día, no importa si fue un día con muchas cosas cosas buenas o con muchas no tan buenas, es el momento en que busco hasta tres y cuatro voces para cada personaje del libro,  es el momento en el que pongo a prueba mi vocabulario para explicarle a littleSaltamontes cada palabra nueva, me gusta cuando es ella quien me lee el cuento y noto que también tiene voces para cada personaje y se emociona hasta el punto de empezar a leer en silencio porque se demora mucho y quiere saber qué sigue o cuando el cansancio me  lleva y soy yo la que se duerme mientras ella me lee y me da el beso de las buenas noches, es el momento en el que jugamos a la mamá y la hija que se ve en los comerciales pero que se siente mucho mejor de lo que se ve en cada comercial  justo en el momento en que se duerme, sigo hasta el final del capítulo (no importa que lo vaya a iniciar de nuevo el día siguiente), cierro el libro, acomodo su cobija, beso su frente o su mejilla, la veo sonreír y apago la luz, eso no lo venden en ningún comercial, eso no viene en la carta de presentación de un libro, eso aún no lo pueden vender porque definitivamente vivirlo es otro cuento. 

Para quienes han tenido la dicha y la fortuna de toparse conmigo en la vida saben que me gustan dos cosas: las cuentas claras y el chocolate espeso Caminar y los juegos de video. caminar es algo que haría mucho si tuviera mucho tiempo, jugar video juegos es algo que haría sino tuviera nada más que hacer.

Hace unos meses buscando una cámara con realidad aumentada (para no dejarme echar tierra de la utilidad del Z1 Compact de @danielasampedro) encontré en el listado de aplicaciones relacionadas un juego de realidad aumentada llamado Ingress,  me llamó la atención lo de realidad aumentada, los comentarios de la gente, el  video promocional del juego así que decidí investigar más sobre el juego, tampoco soy muy amiga de jugar en el celular. 

Investigué mucho sobre el juego (artículo en español 1 muy completo que recomiendo leer, manual básico por si se anima a conocer más ),  llegué al punto de conocer la historia y animarme a instalarlo en mi motox.

Mi experiencia de juego ha sido muy genial, me he enganchado a él por completo y definitivamente ha cambiado en algo mi vida desde mediados de noviembre cuando lo instalé.

Procuraré no entrar en detalles ya que el artículo que mencioné anteriormente es muy completo solo contaré lo que me ha animado a jugar y a no abandonar el juego:

  • Tu terreno de juego es el mundo entero, solo necesitas tener conexión a internet y activado tu gps, antes de viajar a Tuluá para las vacaciones revisé en el  mapa las jugadas a realizar. 
  • Al inicio del juego escoges en qué lado (facción) de la historia del juego estás, una vez lo haces no estás solo y siempre hay un equipo contigo para apoyarte, esta parte es opcional pero la mejor parte del juego es poder contar tus experiencias con alguien que te entiendan, te consuele cuando te tumben tu portal o entienda que a solo tres cuadras más de camino está ese portal que puedes tumbar. 
  • Compartes un pasatiempo con gente de diferentes edades, culturas e ideologías, sin importar qué tan diferentes llegan a ser su propósito será siempre ganar a la facción contraria.
  • Puedes ser dueño de la iglesia de tu barrio, de la estatua de la ciudad que más te gusta, tener la llave de un parque o poseer todas las vírgenes que puedas. 
  • Te llamarás agente XXXXX (donde XXXXX es el nombre que escoges al iniciar el juego)
  • Participas (si quieres) en operaciones con los agentes de tu facción, hacen planes miran mapas, arman planes secretos (nunca se sabe sí alguno de tu facción es un espía), estos planes pueden ser a nivel de tu ciudad, tu país y porqué no puedes estar colaborando para una misión a nivel mundial.
  • Te encuentras con algunos en lugares seguros a determinada hora para intercambiar ítems, así con todo lo que indica ser un agente encubierto.
  • Tienes un archienemigo, ese que destruye todo lo que construyes, en el sector que vivo hay cuatro agentes de la facción contraria, y al parecer reclutaron uno nuevo que está ansioso de subir de nivel. 
  • Cuando tienes un mal día en la oficina puedes salir del trabajo e ir a tumbar todo lo de la facción contraria que se te atraviese, eso de seguro te arregla el día.
  • En tu perfil de agente vas viendo tu progreso en forma de medallas, hay medallas por casi todo lo que se hace en el juego, kilómetros caminados jugando, enlaces realizados, resonadores instalados o destruidos y se van creando nuevas.
  • El juego cambia de acuerdo a como avanza la historia que lo sustenta, lo genial es que los jugadores también podemos influenciar del juego (ver anomalía), o enviar fotos de lugares importantes que aún no tienen portal y lo merecen.
  • Conoces más de la ciudad en que vives, reconoces los monumentos y sitios importantes de acuerdo a si tienen o no un portal.
  • Quieres salir  a pasear más, no sabes que portal nuevo puedas encontrar. 


La anomalía
Dentro de el juego la empresa creadora generó un espacio para que ambas facciones se encuentren las caritas, se conozcan y de cierta forma midan sus fuerzas, esto es la anomalía (hay otra llamada FS pero la experiencia en la anomalía fue muy genial y es la que quiero contar) que también afecta el desenlace del juego de acuerdo a la facción que gane. 
A principio de enero en el informe semanal del juego se dio a conocer la primera anomalía del año, y por la gracia de los dioses Medellín aparecía en la lista de ciudades que soporta el evento principal en estados unidos ya que en la anomalía se tienen en cuenta el puntaje de ambas facciones en las diferentes ciudades escogidas.
Gracias a google aprendí un poco sobre la anomalía, de que se trataba y me llegué a emocionar al punto de inscribirme para participar, de inmediato a nivel de facción empezaron preparativos como organizar grupos, reunirnos para conseguir ítems y llenarnos de ansiedad ya que por desacuerdo con la otra facción local no se pudo llegar a un acuerdo sobre los sitios de la ciudad para jugar sino que los escogía Niantic (los dueños del juego).

Una semana antes se liberó el listado, conocía parte de la zona a jugar pero igual realicé un recorrido, organicé rutas para desplazamiento entre ellos ya que serviría de guía a un equipo que vendría de otra ciudad.
Como requisito para la anomalía era necesario instalar una aplicación llamada Zello, que funciona como un walkie talkie para la difusión de mensajes.

El día de la anomalía nos encontramos en un centro comercial con el equipo de la facción, llegaron personas de diferentes ciudades y países, fuimos un equipo no mayor a 80 personas en campo, todos con un propósito: Ganar la anomalía, no ceder ni un milímetro de territorio a la otra facción.

Mapas, ropa cómoda, equipos de tu facción cada uno con sus instrucciones, apoyo de inteligencia vía zello, notificar el estado del sector que estás defendiendo, 45 minutos para llegar de un punto a otro y 10 minutos de juego al 100%, Trabajo en equipo al 500%.

Me gusta jugar Ingress, claro que si, es más lamento no haberlo descubierto antes. juego prácticamente todos los días del trabajo a la casa y de la casa al trabajo y es una razón más para no quedarme haciendo pereza en la casa y salir a pasear al perro solo por tumbar unos portales que no son mi facción o para reforzar los de mi facción, es entretenido por ejemplo,  ver como una estación del metro cambia de facción a lo largo del  día,  defender un portal de tu facción cuando la otra facción lo ataque recargándolo hasta que se aburran de atacarlo, ayudar a tus compañeros de facción nuevos para que superen la etapa de duelo cuando les tumban un portal e insistirle que pronto se acostumbrará.

Como leí por ahí: Ingress no es un juego,  es un estilo de vida. 

No,  no me dan nada por reclutar gente, bueno si dan pero no es mi idea convertirlos ni que fuera amway o una cosa similar, pero debería probar y contar qué le parece.