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Estoy empezando a creer que vivo para trabajar, debe ser porque me di cuenta que ahora estoy trabajando para tener con que vivir. 

Un par de semanas de trabajo excesivo: horas extras de lunes a viernes y sin descanso sábados y domingo se resumen en un mes de atraso en el orden de la casa: pago de facturas, ropa sin organizar y explicaciones a LittleSaltamontes de lo que significa trabajar (explicaciones que ni siquiera lo logran convencer a uno). 

Leo menos literatura de la que deseo y más código pl/sql defectuoso del que una persona normal debiera, debería existir una indemnización para esto, mis ojos están comenzando a arder. 

Mis primos adolescentes se contagiaron del virus: soy estudiante de salud ocupacional, yo los preferiría hippies, así no perderían la platica y el tiempo en carreras que no los van a sacar de pobres y tampoco les va a dar felicidad (y no les digo nada porque con sistemas tampoco lo van a lograr).

Se supone que soy adulta pero: no salgo de rumba, no quebranto las leyes, no fumo, bebo sin perder el conocimiento (en la nevera no faltan la cerveza ni el vino), invierto tiempo en: video juegos, películas infantiles, lectura de comics, jugar con los juguetes de LittleSaltamontes (así ella no juegue conmigo), en este orden de ideas no sé cómo decirle a LittleSaltamones lo que es ser adulto. 

Hablo con mi sobrinita sobre las relaciones interpersonales, lo único que se me ocurre decirle es que se entregue al importanadaísmo, que lleve a los demás con la doble que así se evita estar esperando algo de los demás así como evita perder el tiempo y la energía que genera el odiar a alguien, yo sé que no es el mejor consejo, pero igual nadie escucha consejos cuando está en la adolescencia

Ya me da pereza ir al Valle, por más que extrañe  lo que tengo allá me da pereza toda la logística que conlleva armar  un viaje y más aún el viaje de regreso a Medellín aunque sea acá donde está mi casa, este punto de mi vida se llamará: no soy de aquí, ni soy de allá.

No sé cómo le hace la gente que llora para no morir, yo lloro por un par de minutos y siento que mi cerebro se va a salir por mis fosas nasales, me queda doliendo la cabeza, aunque lloro por amor maternal sigo sin entender para que sirve llorar.

Se me está metiendo en la cabeza la locura de comprar casa, por ahora el único requisito que llevo es que pueda resistir a un ataque de zombies, sólo por eso compraría esta, me veo desde los balcones con un rifle disparando a la horda de zombies hambrientos, lo demás que tenga la casa lo consideraré ganancia.

La monogamia sigue siendo algo muy difícil y ser infiel sigue siendo demasiado fácil, yo sigo haciéndome la difícil, lo cual suele ser muy complicado.

Últimamente mis sueños suelen incluir situaciones laborales o compañeros de trabajo, no es que tenga nada en contra, pero me gustaría saber si ese tiempo lo puedo reportar como horas extras.

Rodarse por la escaleras no es bueno, creo que eso es lo que quiere decir mi rodilla cuando me duele ya que han pasado varios meses y siento una molestia cuando paso mucho tiempo sentada o de pie o acostada o  bueno, creo que todo el tiempo.

Llega un momento en el que la paciencia y el importanaismo se vuelven la misma vaina, empiezo a preguntarme de que lado estoy ya que se han ido quitando las ganas de matar compañeros de trabajo y usuarios finales.
Muchas cosas le hacen creer a uno que se es adulto, yo sigo sin saber si ya me adultecí o sí aún me falta, debo estar caminando en esa delgada línea entre adultecer o quedarme inmadura por el resto de mis días. 

Me llego a sentir adulta cuando debo tomar una decisión de la vida de LittleSaltamontes (en estos momento me encuentro en trámites de ingreso al colegio, algo que le marcará la vida y que sin duda en algún momento me va a reprochar), al pagar los gastos asociados a mantener una casa y acá está uno de los momentos adultecedores más aburridores de los que uno no visualiza hasta que le toca hacerlo: Hacer mercado.

Desde que estoy en el mundo asalariado me han pagado de forma mensual y de esa forma me acostumbré a mercar, bueno en realidad merco desde que LittleSaltamontes vino a este mundo, antes se llamaba comprar mecato y jabón. 

Yo no sé cómo aprendí a mercar, mi papá hacía el mercado solo y un día al mes llegaba a la casa con el mercado, este consistía en granos porque en la tienda se compraba lo del diario: carnes, verduras y frutas para el jugo (en mi casa no existía mayor deshonor que hacer frutiño y cosas similares como refresco), así que me tocó aprender con el método prueba y error,  igual el mercado es de las cosas más 'customizadas' que pueda existir y nunca existirán 2 iguales.

Mi mercado se hace en 3 partes: las cosas del supermercado, carne, frutas y verduras, eso da aproximadamente 6 horas al mes invertidas en seleccionar, hacer fila  para pagar, transporte y organizar y mejor no cuento eso cuanto cue$ta en realidad para que no nos pongamos a llorar. 

Para mercar he aprendido algunos tips que hacen el momento más llevadero:
  • Se debe mercar en orden para que lo último sea lo que se encuentra en los congeladores, conservar la cadena del frío esto lo aprendí con Tal Cual. 
  • Es mejor mercar los sábados en la mañana, siendo mañana eso de las 11:00 am, las impulsadoras están de buen ánimo y por lo tanto las degustaciones de productos suelen estar fresquitas, mucha gente trabaja los sábados hasta medio día y si termino a eso de la 1:30 no habrá mucha fila.
  • Cuando hay muchas  impulsadoras  en un pasillo es mejor dejar que niñox vaya solo con LittleSaltamontes, ellas aman los tipos con niños así que mientras lo endulzan a él yo no escojo lo que voy a comprar sin interrupciones y según la cara que él ponga acepto o no la degustación. 
  • Chárlarce a la impulsadora para que no sea necesario traer la tirilla de compra para reclamar su premio/oferta/descuento, no siempre funciona pero es mejor intentarlo que esperar a pagar y al final si quieres tu 'premio' ir cual yincana a buscar la impulsadora que te prometió algo (razón por la cual también es necesario pagar antes de las 2:00 pm porque a esa hora se van a almorzar).
  • No me da pena sacar la calculadora y hacer cuentas par ver si la promoción es real, es que esos 125 cc más de suavizante de telas sirven para que la cobija se sienta con el amor de mamá. 
  • Miro siempre la fecha de vencimiento de los productos, en especial de los que son comestibles y dicen: GRATIS, PROMOCIÓN, DESCUENTO. 
  • Utilizo una app con la fecha de vencimiento en la que juiciosamente  procuro   registrar por cada producto la fecha de vencimiento y que un par de días antes me avisa y así se dejen de vencer las cosas (aunque tengo estómago de chivo y me como vainas que llevan muchos días vencidas  y aún no muero)
  • llevo 2 chuspas de detergente en polvo: una para la ropa y la otra que es para combate, porque aunque usted no lo crea el 35% del valor de mi mercado consiste en cosas para aseo del hogar (menos mal que yo nunca me siento sucia). 
  • Ir a mercar con los hijos es más costoso, así su chinche no sea antojado usted se demora más tiempo explicando porque lleva una cosa y no otra, también le dan ganas de hacer chichi  (gracias a las muestras gratis).
  • En una semana compro los granos en otra (antes o después) compro frutas, verduras y carne, esto para que la nevera no esté tan llenototota que no deje ver las cosas que van a vencer y porque una de los estantes de la nevera ya se dio cuenta que no soporta tanto peso. 
  • Procuro no casarme con marcas, open mind, porque en la variedad está el placer, eso si, cuando hay una promoción de salchichas ranchera no desaprovecho la oportunidad.
Esos son los que más recuerdo, los demás los recuerda niñox, porque adultecer es más llevadero cuando tienes quien te acompañe y puedas culparle de no recordar lo que tú olvidas y es aquí cuando creo que uno definitivamente tiene que estar loco para madurar y asumir todas esas responsabilidades para las que la academia nunca nos preparó. 



Lay, Edilay, edy para los confianzudos, Edilay hágame el favor para mi mamá, lalay para mis primos y muchos más nombres para los que se hace necesario repetir al menos 3 veces para qué terminen diciendo dilay.
El origen de mi nombre es el desocupe de mi papá que buscaba algo que se pareciera al nombre de él y el de mi hermano (queda de tarea que busquen los nombres), hay una historia que incluye el primer nombre opcionado para mi escrito en una funda de almohada que se perdió en el tiempo y los trasteos.

Me gusta mi nombre, creo que suena bonito, me gusta la combinación de vocales, y consonantes y creo que lo he aprovechado lo suficiente (si no me cree busque en google y encuentre 2 página de sólo YO) porque después de mucho tiempo me dí cuenta qué no soy la única Edilay en el mundo, hay muchas más pero aún no tenemos un plan secreto para conquistar el mundo.

Yo agradezco a mis padres que se tomaran el tiempo para buscar un nombre bonito, poco común y qué sirviera para evitar más comparaciones de las que tiene que aguantar un ser humano, a mi me gusta decir Edilay, que me pregunten nuevamente porque no entendieron y si quiere repito 3 veces más cómo se escribe, la razón: Se van a acordar de mi o en el peor de los casos seré esa niña/muchacha/vieja del nombre raro, no seré Ana la gordita de la fiesta aquella, Andrea la flaquita del vestido grrr, Mariana la que estaba al lado de, no esa no, la otra Mariana la hija de fulanito, no, no y no, yo soy Edilay y cuando la personalidad no ayuda pues el nombre sirve para romper el hielo.

Me ha ido bien con mi nombre, superé la adolescencia con pocos apodos (al menos nunca me los dijeron de frente) creo que me ayudó a darme cuenta qué yo soy la que se da buena o mala fama, pues no seré un Alejandro como Alejandro el Grande, Angelina como La Jolie ni tampoco una María como la del Barrio, tuve la oportunidad de ser Edilay y saber que de una se referían a la oveja negra de la familia Osorio, así sin apellido ni más indicaciones y por eso cuando me metí en la vacaloca de reproducirme tenía claro qué mi descendencia no podría ser Juan, Juliana, Jose, Catalina, Javier o Daniela, no señor, se merece un nombre que suene tan o más chévere que el mío.


La premisa para nombrar a mi descendencia genética fue clara, cómo pude encontrar un padre responsable pues ya no le podía nombrar: Gokú, Einstein (que ahora también es nombre de perro), Ambrosía (nótese el acento en la i para que no sea ambrosia), Enzo, Buffy, así que aprovechando la situación llegamos a un acuerdo y el ingeniero interno de ambos definió el acuerdo:
  • un sólo nombre
  • corto
  • poco común
El padre del chinche muy juicioso busco varios nombres que cumplían las condiciones, y la tarea era decir el nombre para que sonara bien con ambos apellidos, porque eso si, la idea era qué se utilizaran los 2 apellidos porque sea cómo sea ese bebe tenía mamá y no cualquier mamá. Con la lista de nombres yo me animaba a esperar la cara del chinche y ver de qué tenía cara (o esperar a qué sus habilidades motrices le permitieran escoger su nombre como lo hacen en la película vieja de el planeta de los simios) pero me llené de sensatez y con niñox de toda la lista vimos qué Keyla es un nombre bonito que cumple con los requisitos y además tiene un significado (queda de tarea, porque no lo voy a decir) con el cual podemos crear mil y una historias para dormir.

Me gustaría creer que en algún momento Keyla verá su nombre escrito y pensará que sus papás la querían tanto que buscaron un nombre tan o más bello que los deseos hacia ella. 

Y por si las dudas este post fue escrito por Lay, Edi Lay.