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Me reconozco en su genuina sonrisa y en sus fingidas carcajadas.
Reconozco sus ojos y sus dientes, y son tal como en su momento los pedí.
Me reconozco en sus silencios , en los gestos y sus protestas cuando siente que le atropellan.
Encuentro familiar su impaciencia,  su forma de caminar y la ternura.
Me encuentro en su ingenio, la facilidad de disfrutar, la necesidad de cambiar.
Reconozco sus gritos y entiendo sus silencios.

Si creyera en la perfección, si tuviera un anhelo, un sueño o deseara algo, pediría que fuera como fue esta noche, con sus sonrisas, con su sentido del humor con su visión del mundo, me encanta ver que tiene algo mio, me encanta ver que tiene algo suyo, pero no puedo describir lo que se apodera de mi al ver que es más que una parte de nosotros, me gusta descubrir que el cuento de cada noche es en ella una necesidad, me emociona ver como expresa con su cuerpo la música, me enternece escuchar sus historias que son una mezcla de los cuentos, la música y de sus experiencias. 

Me gusta que me pregunte ¿por que?, me gusta, más aún poder responder y ver como sonríe mientras le cuento mil historias y luego ella contesta esa pregunta.

Me enamoro, una y otra vez cuando veo como sus gustos se conectan, como extienden su paciencia y entre risas y carreras se reconocen como padre e hija.

Nunca he pedido nada y sé que lo que he conseguido ha sido a pulso, pero algo tuve que hacer jodidamente bien para tener una burbuja existencial en la que siento que tengo todo, en la que soy una madre, una buena compañía y merezco cada noche un: te quiero mucho mamá.



Escenario I:
ella: Te quiero
el: gracias

Escenario II:
el: Te quiero
ella: taaan lindo.

Tengo claro que no poseo lo que se denomina autoridad moral para hablar de sentimientos, en especial sobre el amor, no se necesita conocerme mucho para darse cuenta que intento racionalizar todo y que poseo la confianza suficiente en mi, mis experiencias y creencias para ser precavida en lo que se puede sentir y por quien se puede sentir (una cosa es que sientas y otra estar demostrando sentimientos) . 

Así que aquí va otro post poco profundo sobre el amor. 
Si usted así como yo creció viendo series/películas extranjeras en inglés preferiblemente subtituladas (no de las mal dobladas que deberían estar prohibidas)  es probable que alguna vez se diera cuenta la facilidad con la que dicen I Love You, pero más que eso es que se preguntara ¿qué significa realmente I love you?. 

Teniendo en cuenta que también crecí con: Topacio, Mundo de Fieras, Cristal, La Dueña, Cara Sucia (y otras que prefiero no recordar) aprendí a tener miedo a decir Te Quiero y pavor a decir Te Amo, por eso de perder la memoria y mi acaudalada fortuna, quedar ciega y a merced de un médico morboso que se aprovechara de mi, y lo peor el recelo a entregar mis encantos como una prueba de amor (malditas novelas).

De la vida he aprendido que de existir el amor  este se da en etapas (lo del amor a primera vista aún no me ha tocado así que no digo mucho al respecto o lo llamaré calentura instantánea), y aclaro que es desde mi punto de vista, que creo yo sería el punto de vista de alguien que ha amado, cicatrizado y aprendido la lección y estamos hablando de un amor en español:
  1. Conoces alguien y tiene un no sé qué y no sabes dónde (Le Tienes Ganas).
  2. Los dioses están de tu lado y logras cruzar un par de palabras con ese alguien y te agrada (Te Gusta)
  3. No eres tan despreciable después de todo, han salido un par de veces, la química hizo lo suyo ♫ con el fuego por dentro y las hormonas presentes por la ley del magneto se juntaron los cuerpos♪ (Le Quieres)
  4. Piensas en ese alguien, sueñas con ese alguien, te encanta su voz, no le ves sus defectos, si le ves defectos los justificas con sus múltiples cualidades y crees que puedes pasar el resto de tu vida con ese alguien (Le amas)
Ahora según lo que la tv, el cine y la música anglo me han enseñado del I Love You:
  1. Conoces alguien y tiene un no sé qué y no sabes dónde (I Like You).
  2. Los dioses están de tu lado y logras cruzar un par de palabras con ese alguien y te agrada (I Love You).
  3. No eres tan despreciable después de todo, han salido un par de veces, la química hizo lo suyo ♫ con el fuego por dentro y las hormonas presentes por la ley del magneto se juntaron los cuerpos♪ (I Love You).
  4. Piensas en ese alguien, sueñas con ese alguien, te encanta su voz, no le ves sus defectos, si le ves defectos los justificas con sus múltiples cualidades y crees que puedes pasar el resto de tu vida con ese alguien (I Love You).
El I Love You sirve para todo, lo puedes decir después de one-night stand y queda como invitación abierta a otra noche de copas otra noche loca, pero si a mi alguien después de one-night stand me dice Te Quiero es probable que salga corriendo revisando muy bien que mis cucos de muñequitos no queden por ahí (para evitar que me hagan brujería).

Si alguien de tu mismo sexo te dice I Love You será algo realmente tierno, pero si dice Te Amo empiezas a buscar la salida más cercana y esperas no estar dentro de la película Atracción Fatal.

Si tu amigo de muchos años te dice I Love You te sientes bien y le dices por instinto: I Love You Too, si te dice Te Quiero, tu dices Yo También te Quiero y todo es felicidad, pero si te dicen Te Amo se produce un silencio incómodo y empiezas a evitar estar a solas con esa persona. 

Así que uno puede hacerse el interesante y firmar todo regalo utilizando I Love You y dejar a libertad del interesado si eso es un: Me tiene ganas, Me quiere, Me ama.

Aquí estamos otra vez, frente a un vaso que en caso de estar medio vacío sería preferible llevarlo hasta el límite con vino, pero esta vez prefiero una cerveza.

Me cuentas tu historia, adornas tus palabras con una encantadora sonrisa e intentas que cuente algo sobre mi, pero te recuerdo que no es así como funciono, prefiero escuchar (háblame que tu voz me encanta sería el subtítulo de la escena ) y esperar que preguntes algo que motive una respuesta.

Te abstienes de darme más licor porque ya sabes que lo único que logra es hacerme dormir y entonces sonrío, siento que tomas mi mano de una forma muy suave  y encuentro esa mirada que siempre logra asustarme.

Esta vez no quiero jugar tener paciencia, esforzarme por comprender, me levanto de la mesa, doy las gracias por todo y busco la salida más cercana.

Me alcanzas en antes de tomar el taxi y me propones caminar, acepto, no sin antes recordarte el pensar muy bien lo que vas a decir.

Intentas tomar mi mano, tus intenciones son diezmadas por una mirada amenazante, así que inicia nuevamente la conversación que he tenido muchas veces, siempre con un interlocutor diferente.

Me preguntas ¿qué pasa?, aparentando inocencia (intentando olvidar que ten conté sobre este juego muchas veces).

Quería  iniciar ese monólogo que ya conozco de memoria en el que te explico una vez más que todo esto es  juego, que puedo pretender que me importas, interesarme por tu historia, disfrutar de tu voz al otro lado del teléfono, y querer estar ahí cuando el frío de la noche te golpee, pero al final lo único que pretendo obtener es la satisfacción de mi cuerpo.

Mi monólogo tarda en iniciar, así que te animas a responder tu propia pregunta, empiezas a justificar tus acciones y a venderte como el mejor producto del mercado, intentas crear un nosotros (perfecto según tu punto de vista) con todo lo que tenemos en común. 

El frío de la ciudad acaba con la somnolencia que me regaló el alcohol, así que te interrumpo y te recuerdo que puedes armar tu película pero que en ningún momento quiero ser parte de ella, te recuerdo también que todo lo bueno que ves en mi se debe a tus hormonas y que si miras un poco más te darás cuenta que el encanto que me atribuyes es solo parte del disfraz que puedo armarme para estar contigo y lograr mi propósito (hasta que lograras aburrirme como lo haces ahora), te diré que puedo disfrutarte y pasar mis noches en vela recorriendo rincones de tu cuerpo (y tu deliciosa mente) pero eso sucede porque no quiero tenerlas para siempre en mi vida, porque nunca he imaginado más allá de encuentros casuales contigo, y si lo piensas bien tú tampoco querrías alguien (con tantas manías) como yo en tu vida.

Es así como tu cara se llena de excusas que intentas creerte antes de intentar que cambie mi opinión, logro despedirme con un beso y te das cuenta que por creer en cuentos de hadas acabaste con algo que pudo ser perfecto.